Quisiera hablaros hoy de un producto cosmético muy conocido y usado por la población: los exfoliantes. Normalmente asociamos los exfoliantes con el rostro; hoy en día, el mercado de la cosmética natural ya nos ofrece exfoliantes y mascarillas no solamente para nuestra cara, sino también para nuestro cuerpo e incluso para nuestro cabello. Estos productos son usados durante todo el año, pero especialmente debemos de ponerle atención a nuestro aspecto en épocas en las que hemos sido sometidos a más riesgos de contaminación y degradación a causa del cambio en nuestras prácticas habituales, así como a causa de los agentes ambientales externos que no somos capaces de apreciar. En verano nuestro cuerpo queda un poco más resentido como consecuencia de todos los cambios que ya hemos mencionado, por ello, en plena entrada de Otoño, es el momento perfecto para reparar los posibles daños en nuestra piel y asegurarnos de su regeneración.
Los exfoliantes tienen como misión fundamental eliminar las células muertas de nuestra piel, limpiándola en profundidad, ayudándola a su regeneración celular y desintoxicando la epidermis para lograr un aspecto más sano y radiante. Los exfoliantes contribuyen, además, a pulir y eliminar de forma natural y progresiva las arrugas y las manchas de pigmentación producidas por los daños del sol y demás imperfecciones cutáneas. Suavizan y reparan la piel siendo perfectos para la estimulación de la circulación sanguínea conservando un nivel óptimo de hidratación.
